lunes, 6 de octubre de 2008

Estupidez

Pasados los treinta, a ratos involuciono hasta la adolescente del grano en mitad de la cara, que lo siente todo con la intensidad de no haber un mañana y con la curiosidad del que no sabe nada, con la urgencia del que lo quiere todo y lo quiere ahora (como decía Queen), con la euforia de la plenitud de la simple expectativa y con la ignorancia del inexperimentado.

Me descubro con el corazón latiéndome en la garganta, con el ansia del impaciente y con la premura del que no dispone de tiempo ni oportunidad.

En mitad de mi retornada adolescencia, me espoleo para quitarme las tonterías del cuerpo y las entelequias de las retinas, intentando darle racionalidad y raciocinio a aquello que sólo puede entenderse con la boca del estómago y la cabeza hueca.

Con la risa floja y la sonrisa estúpida, con la desesperación teatral y el desasosiego inmaduro, con el cambio de la exaltación a la decepción en un abrir y cerrar de ojos, me siento a observar mi edad de grano en mitad de la cara en cuerpo de mujer hecha y derecha y me digo: a veces, nena, eres de lo más gilipollas.

5 comentarios:

Aristos dijo...

No abandone nunca esa "estupidez".

Con afecto.

Anónimo dijo...

Hola

Precioso tu blog. Eres capaz de identificar al lector con tus propios sentimientos. Sigue escribiendo así.

Akroon dijo...

CRONOPIO: Lo procuraré... aunque mantener ese ritmo siempre es devastador...!!!! ;)

Akroon dijo...

ORIGAMOS: Gracias... de lo cual interpreto que puede captarse un estado de gilipollez en estado puro. :P

Se hará lo que se pueda...

Un beso!!!

Anónimo dijo...

El caso es que me parece que yo esto lo he vivido en mi propia boca del estómago y mi propia cabeza hueca... no hace mucho.

Besazos, guapa.