domingo, 26 de julio de 2009

Desconfianza

Como gato erizado, escucho tus palabras con ese halo de desconfianza que desde hace tiempo tiñe casi todo cuanto tiene que ver contigo.

Permíteme que me sorprenda… Tras tantos años de injurias imperdonables, de ser el gran agraviado, de rasgarte en ese silencio de bilis inoperante las vestiduras… ahora quieres una parte de ella para ti. Y si bien te corresponde por derecho moral, y sobretodo le corresponde a ella una parte de ti, no deja de sorprenderme escuchar balar a un lobo, ése que comparte tu suerte o tu desdicha, y no puedo evitar imaginar qué se esconde tras el disfraz inocente, abnegado e indulgente. Cuánto odio esa miserable y fétida condescendencia. Y pese a que esa parte de ella es tuya, no puedo evitar preguntarme por qué, después de obviarla durante tanto tiempo, ahora la anhelas como si el tiempo transcurrido y los acontecimientos sucedidos jamás hubieran existido.

Me invade la suspicacia y se me revuelve el estómago, porque me cuesta creer que sientas las palabras que dices y pondría la mano en el fuego porque quien comparte contigo las siente menos o nada… Me acomodo a observar lo que se me antoja un engorde de cerdo para la matanza, deslizando después tu cuchillo por la yugular en un mar de lágrimas mientras quien comparte contigo espera con un cubo a recoger toda la sangre y poder usarla, mirando la escena con una anuencia y una soberbia que me dan ganas de vomitar. Y me da náuseas callarme, esperar en expectante calma a dónde van las intenciones, conformarme con lo que altruistamente buscas sin que me hayas dicho una sola palabra sobre lo que pretendes, ni una sola palabra sobre lo que sientes o has sentido.

Ahora, justo ahora, vienes a alzarte echando de menos tantas cosas que jamás has mostrado que añoraras. Justo ahora te eriges en salvador y sacrificado… cuando precisamente tú no puedes enseñarme nada, absolutamente nada, sobre el sacrificio.

Mis miserias más degradantes me asoman por la nariz, y me amputo las ganas de defender lo que está dentro de mi círculo, sedándome con aquello de que el tiempo lo pone todo en su lugar, anestesiándome con eso de que las cosas caen por su propio peso, enajenándome para no rugir pidiendo explicaciones… porque sé que no sacaría nada de ellas, y porque yo sí sé qué es la entrega, y sé mutilarme mis ganas para ver sonreír a otra.

Sólo ten en cuenta que ya usaste tu último comodín…

8 comentarios:

Alyebard dijo...

¿Una semana dura en el trabajo? Lo de engordar y sacrificar me suena a "a todos los cerdos les llega su San Martín". Cuidado con este cerdito, no le regales el zapato y más si esta en pleno divorcio.

Anónimo dijo...

ayyyy, la familia.

Es difícil asumir que la mierda nos rodea. Acaso es difícil saberse mierda en potencia, porque somos débiles. Sin embargo, sorprende cómo te agarras a la verdad a la certeza, con tozudez infantil y por ello blanca y pura. De nuevo vuelves a asomar como persona.

Aunque sigo languideciendo en la aniquilación espiritual, me provocas una sonrisa de recuerdos.

c.

Akroon dijo...

ALYEBARD: La setmana a la feina no pas més dura que tot el maleït mes de juliol... i que no falti.

Aquest porc que anomeno, no mereix sacrifici, més aviat el contrari... l'important és la matança, no l'animal.

Ai que avui vas desorientat!! No parlo de divorcis, ni de banyes, ni de sexe... res a veure.

Va, torna a llegir des d'un altre punt de vista, jejejeje.

Akroon dijo...

ANÓNIMO: Mi querido C.;

En mi caso, ya hace tiempo que asumí que hay mierda a mi alrededor. Lo bueno es que las flores le llevan la delantera, y no hay mierda que no pueda sacarse con una buena pala.

Sobre ser mierda en potencia... jajajajaja... las niñas finas no nos convertimos en eso, querido... jajajaja.

No sé si tengo la posesión de la verdad... de hecho, no sé siquiera si nadie ostenta tal poder... pero lo que no acepto es que me den lecciones de algo en lo que tengo los "cojones pelaos"... Sencillamente, no debí haber callado en el pasado, porque ciertas cosas se indigestan, y no me parece justo que unos puedan vomitar y otros tengamos que tragar.

Me alegro de provocar tu sonrisa. Y me alegro aún más de que la compartas conmigo.

Un beso enorme;
Ak

Alyebard dijo...

Devia ser la manca de cafeïna, autoestima i de vacances. Ara continuo igual de perdut que abans, però ja sé com NO l'he de llegir. jejejeje :P

Luis dijo...

No se si lo he entendido bien...pero...me encuentro en una situación creo que parecida..alguien no cree en mi. Yo cometí algunos errores, estoy de acuerdo..pero creo haberlos rectificado..incluso la persona que no me cree sabe y cree que los he rectificado..pero no es capaz de perdonarme, a pesar de que me quiere....complicado..me siento muy impotente...

Akroon dijo...

ALYEBARD: I ja has arribat a alguna conclusió??? Tanmateix, també pots deixar la resposta en blanc... :)

Akroon dijo...

LUIS: Mmmmm... no sé si se trata de una situación parecida...

Errores, querido Luis, los cometemos todos, y el que diga que no, miente. Y todos tenemos derecho a rectificarlos, a tener una segunda oportunidad (y en ocasiones una tercera y una cuarta) y a que se nos aplique el borrón y cuenta nueva. A veces es difícil, y otras puede resultar imposible... eso va a formas de ser.

En mi caso, nadie se ha disculpado por nada. Y parto de la base que caso de hacerlo, seguro que yo también tendría que disculparme, porque todos nos equivocamos aunque no nos demos cuenta. De lo que yo me quejaba es precisamente de no entender nada, porque no ha mediado explicación alguna... Y una de las personas siempre ha demostrado un gran odio... no entiendo ahora que la actitud sea otra, de sopetón... y tiendo a ser suspicaz en estos casos.

Sea como sea, hice examen de conciencia y decidí que a veces la gente cambia... y si bien nadie me ha explicado a qué viene ese cambio, ello no implica que por no saberlo yo, no exista. Y es egoísta e injusto mantener mi ira a ultranza. Ya está... calma... todo es posible en esta vida... y prefiero una visión positiva.

En tu caso... buffff... siento leer que a pesar de enmendar errores y pedir disculpas el camino parezca insalvable. Si hay algo que yo pueda hacer por ti, dímelo. Cualquiera se sentiría impotente ante una situación así... ¿hay algo más en tu mano que puedas hacer?...

Un besazo enorme...
PS: ¿Cierras el blog?? No, hombre, por diosss...