miércoles, 27 de agosto de 2008

Condena

Me atas una piedra al cuello que me arrastra al fondo del río.
Me encierras en una celda bajo tierra y tiras la llave al lago.
Me sometes a tu destino sin que pueda nadar a contracorriente.
Me atas las manos a la espalda y las piernas a la silla.
Me tapas la boca con un trapo empapado en vinagre para que no pueda gritar de ira.

Soy el pez recién pescado en la cesta, que se retuerce para buscar aire.
Soy la cucaracha boca arriba, que no puede darse la vuelta.
Soy el picor que no puede rascarse. Soy la llaga que no puede curarse.

Soy yo quién sufre la enfermedad, y tú quién se lleva el remedio.
Soy yo quién planta el trigo, y tú quién se come el pan de mi cosecha.
Soy yo quién cumple tu condena, y tú quién se lleva el tercer grado.

Nadie dijo que el mundo fuera justo.

6 comentarios:

Aristos dijo...

Inauguro yo su nuevo blog?
Qué inesperado privilegio.
Oiga, ese alguien del poema es un cabrón. Venga conmigo, apoye su cabeza en mi hombro y llore hasta empaparme la camisa.

Con afecto.

Akroon dijo...

Fíjese que no me había dado cuenta de este impagable comentario.

Sí, mi querido Cronopio, inaugura Usted este nuevo blog.

Fíjese que no intentaba yo escribir un poema, ni mucho menos. Simplemente un día estaba muy muy muy cabreada, rabiosa, iracunda... y lo escribí a mano en un papel a modo de terapia para descargar toda la tensión que acumula cualquier sensación intensa.

Ya ve, soy un poco tremendista, ¿no? Ya lo decía mi pediatra, que lo mío era la teatralidad. ;)

Un beso... de los grandes.

Anónimo dijo...

.....AHHHHHJJJJJJ, estaba Ud. aquí con gran PUPA...... Pues yo empiezo desde el principio.

Sin ánimo de ser agorero, cuánto me jodía que Ud. pudiera disponer de una vida privada: ud nos pertenece, que lo sepa. Ve lo que pasa por andarse con pelsonas humanas de calne y güeso ????. Parece mentira habiendo cumplido los 30.


Hala, váyase sacudiendo los miasmas y aférrese al teclado ( "...san éter bendito líbranos de todo mal " ).

sulfur.

Akroon dijo...

Mi querido Sulfur;

Héteme yo aquí, en plena crisis creativa, abriendo nuevos blogs sin saber exactamente por qué... obedeciendo al mero impulso, sin cuestionar el resto.

Gracias por estar aquí, en esta especie de sitio extraño que ni siquiera sé muy bien qué es.

Habiendo cumplido los 30 (y no de hace dos días), me sacudo las miasmas, las telarañas de entre los dedos y me aferro, cómo no, a San Éter, para intentar no dejar el rastro de aquel que desaparece en la oscuridad.

Bienvenido seas a ésta mi otra humilde morada... un placer contarte entre sus habitantes...

Anónimo dijo...

" para intentar no dejar el rastro de aquel que desaparece en la oscuridad. ",

Ud, como buena letrada, juega a no decir nada o a decir mucho.

Sabe que no me he prodigado en los comentarios a sus escritos, si bien es de los pocos favoritos de la blogosfera que se encuentran en mi pantalla, y no he participado más porque me desagradan las multitudes. Servidor se cree mejor acaso que los demás, y , puestos a asincerarse, siempre me dió auténtica lacha la multitud. Sin embargo, me hacía mucha gracia la respuesta medida, casi a la sílaba, en justa reciprocidad a sus participantes. No sólo en cantidad sino en tono y expresión, asemejándose e intentando que el guiño habitual casi fuera identificación y metamorfosis.

En fin, me duele que se escabulla porque se le nota acritud y malsabor de boca, propios de los desengaños. Pero, ya que el Pisuerga pasa por Valladolid, le siseo con la más sincera sonrisa.

sulfur.

Akroon dijo...

SULFUR: Yo, querido, como persona simplemente, a veces prefiero no explicitar que contar lo que puede parecer evidente. Me parece interesante mimetizar con los otros el sentimiento, con independencia de su causa.

Sí, sé que no se ha prodigado en participaciones, y precisamente por ello cuando le he visto aparecer he tenido irremediablemente que sonreír de satisfacción.

Tiene Usted razón, la respuesta normalmente ha intentado ser medida y ajustada a cada uno de los comentaristas, probablemente porque nunca escribí ese blog para dejarlo en un cajón, sino para participar con otros, y no se me ocurrió mejor manera de agradecer la paciencia de leerme que contestar personalizadamente.

Si no le gusta la multitud, creo que aquí estará a gusto. Dudo que este blog tenga demasiados seguidores. Sería un placer verle por aquí a menudo.

No se duela. La acritud en el momento estaba, y más que por desengaños por rabia contenida, que una es muy dramática y visceral, cuando siente en ocasiones siente hasta el extremo y utiliza la catarsis de la escritura para purificar el alma y no guardar dentro lo que bien se podría traducir también en unas cuantas palabras malsonantes.

Un beso!!